La investigación, que buscó determinar las habilidades digitales de las distintas generaciones y que estudió a 2.000 adultos y 800 menores, creó un
índice para medir el conocimiento y la confianza con que grandes y chicos tienen respecto del uso de distinta tecnología como tabletas, redes sociales o aplicaciones para móviles.
Así, se evaluó a las distintas edades, a partir de los 6 años y hasta los 75, en cuanto a su
«coeficiente digital». Mientras que
los niños de entre 6 y 7 obtuvieron una puntuación de 98, las personas de entre 45 y 49 años alcanzaron 96, según informó hoy el diario
Clarín.
Los adolescentes de entre 14 y 15 años fueron los que lograron el número más elevado, 113, con lo que son, según el regulador británico, los que mayor seguridad mostraron a la hora de interactuar con dispositivos tecnológicos.
La curva del coeficiente digital desciende conforme avanza la edad y cae hasta los 80 puntos para los adultos de 75 años o más.
El reporte de Ofcom señaló la llegada de la
banda ancha en el año 2000 como el momento de nacimiento de la generación de los
«niños del milenio», quienes aun antes de dominar la comunicación oral ya podían jugar con smartphones o tabletas.
Nativos de la era digital
Por haber nacido con la era digital manejan
vías de comunicación fundamentalmente diferentes a las de generaciones anteriores, algo que es evidente en su poco uso de los llamados: tan solo un 3% de las comunicaciones de los adolescentes de entre 12 y 15 años son por voz, un número que para los adultos se sitúa en torno al 20 por ciento.
Lo más chicos en cambio priorizan las
redes sociales y servicios de mensajería como WhatsApp para ponerse en contacto con sus pares. Los mails tampoco son un medio de comunicación preferido: los correos electrónicos representaron solo 2% de las comunicaciones digitales de los adolescentes, contra 33% de los adultos.
La especialista en Cultura Juvenil Roxana Moirduchowicz señaló que en la Argentina el panorama es similar, al tiempo que remarcó: «Se sabe que los chicos logran un mejor manejo que los adultos porque ellos nacieron con la tecnología y sus padres tuvieron que sufrir un quiebre de aprendizaje. Pero además, disponen de un mayor tiempo para experimentar. Ensayan, se equivocan y vuelven a probar y así consiguen un manejo instrumental de la herramienta».
Asimismo, sostuvo que solo uno de cada diez chicos aprendió a utilizar la computadora con la ayuda de sus padres: la enorme mayoría fue autodidacta en este sentido.
La especialista advirtió sin embargo el rol del adulto, que tienen «el sentido común y la mirada crítica» y pueden descubrir un intento de engaño, como guía en la relación de los más chicos y la tecnología.
Fuentes:
www.infobae.com